Los sentimientos y alteraciones emocionales en la esclerosis múltiple
La crisis inicial, evoluciona en un proceso dinámico, durante el cual irá atravesando diferentes etapas:
-Fase diagnóstica, se caracteriza por una conmoción personal y familiar, acompañada de sentimientos de confusión y sorpresa.
-Negación de la enfermedad, en la que la emoción que predomina es la ira y la desconfianza sobre la validez del diagnóstico.
-Asunción de la enfermedad, con una toma de conciencia de las pérdidas que implica. Es un tiempo relativamente largo, dominado por sentimientos de vacío, desesperanza y depresión.
-Aceptación, se pone de manifiesto por el inicio de los cambios necesarios para adaptarse a la nueva situación y una mejoría en el estado de ánimo.(1)
Se han realizado estudios sobre la presencia de sintomatología emocional en la EM. En ellos se hace referencia al tipo de alteraciones que con mayor frecuencia manifiestan estos pacientes: apatía, ansiedad, miedo, depresión, irritabilidad, frustración, labilidad emocional, infantilismo, trastornos de la auto imagen, negación de la enfermedad o de sus síntomas, disfunción sexual, dificultad en la interacción social, aislamiento social, etc. Entre todas ellas, las que tienen mayor probabilidad de incluirse en el diagnóstico son: depresión y ansiedad.(6)
Depresión: se sabe que las alteraciones del estado de ánimo están implicadas en los procesos crónicos, por tanto pueden aparecer episodios depresivos en el curso de la enfermedad. En el caso de EM, la prevalencia de la depresión a lo largo de la vida de los enfermos es del 47-54%.
En su etiología se pueden diferenciar posibles causas:
-Depresión reactiva: se manifiesta en respuesta a situaciones de tensión. En la EM el estado depresivo suele ir asociado a un diagnóstico, que en determinados casos puede conducir a diferentes grados de discapacidad.
-Depresión de base orgánica: está asociada a la localización anatómica de las zonas desmielinizadas, especialmente cuando el daño cerebral se encuentra en las estructuras diencefálicas y tronco cerebral.
-Depresión asociada a la medicación: efectos secundarios que pueden aparecer con los corticoides o el interferón beta.
-Depresión asociada a los cambios de estilo de vida: laboral, familiar, disfunciones sexuales que alteran la relación de pareja, aislamiento social, situación de dependencia, etc.(2)
Los síntomas que suelen acompañar los estados depresivos son: tristeza, insomnio o sueño excesivo, falta de motivación para realizar actividades de la vida diaria, baja autoestima, aislamiento social, pérdida o aumento del apetito, sentimiento de culpa, ira, desesperación, pensamiento persistente de muerte o suicidio. Está demostrada la interacción entre el incremento de la frecuencia o intensidad de la fatiga y el aumento de probabilidad de presencia de estados depresivos.(6)
Ansiedad: al igual que la depresión, esta alteración emocional, en diferentes grados, aparece en un porcentaje elevado de pacientes con EM. Es común que se refieran a ella como miedos, empleando ambos términos como sinónimos. Mediante ellos, intentan manifestar el malestar que sienten como consecuencia de la percepción subjetiva de la aparición de un peligro o amenaza, imprevisible y de difícil definición. Su etiología puede ser de base orgánica o por las implicaciones que se derivan del diagnóstico o estar asociada a los déficits cognitivos, especialmente los relacionados con la pérdida de la memoria, dificultad de abstracción, anomia, capacidad de organizar y planificar sus actividades de la vida diaria, etc. Estos déficits interfieren en la comunicación, dificultando su integración familiar y social.
Con el avance de la enfermedad y la posible pérdida de funcionalidad, también se producen variaciones en las emociones, en su intensidad y en la forma de alterar el estado de ánimo de los pacientes.(4)
La necesidad de atención psicológica en los afectados de EM, actualmente está reconocida y demandada por la mayoría de los equipos rehabilitadores que trabajan con ellos/as, teniendo una doble función: preventiva y de tratamiento. Las diferentes formas de intervención: contención, apoyo, orientación, acompañamiento individual y familiar o psicoterapia, deben estar adaptadas a las circunstancias de cada caso, teniendo como objetivo el conseguir normalizar y mejorar la calidad de la vida del paciente y su familia.
Participar en grupos de ayuda y el procurar llevar una vida activa puede ser muy provechoso. Cuanto más parecida sea la vida que lleva con la que realizaba antes de ser diagnosticado de la enfermedad, mejor calidad tendrá. (3)
Bibliografía
(1) Juán F. Godoy, José A. Muela y Miguel Pérez, 1993, Aspectos emocionales de la esclerosis múltiple. En línea, disponible en: http://www.um.es/analesps/v09/v09_2/03-09_2.pdf
(2)Félix Arbinága Ibarzábal, 2003, Aspectos emocionales y calidad de vida en pacientes con enfermedades desmialinizantes: el caso de la esclerósis múltiple. En línea, disponible en:http://redalyc.uaemex.mx/pdf/167/16701906.pdf
(3)No publicado. En línea, disponible en: http://salud.discapnet.es/Castellano/Salud/Discapacidades/Discapacidades%20Neurologicas/Esclerosis%20Multiple/Paginas/cover%20EM.aspx
(4) Cecília Rodríguez Giménez, 2009, Esclerosis múltiple y alteraciones emocionales. En línea, disponible en: http://www.aedem.info/contenidosmedicos/index.php?title=Esclerosis_M%C3%BAltiple_y_Alteraciones_Emocionales
(5) No disponible. En línea, disponible en: http://www.infobae.com/salud/506646-100935-0-Los-pacientes-esclerosis-m%C3%BAltiple-tambi%C3%A9n-luchan-contra-la-depresi%C3%B3n-y-el-desempleo
(6) No disponible. Esclerosis múltiple: aseguran que el 60% de pacientes sufre depresión. En línea, disponible en:http://www.docsalud.com/articulo/229/esclerosis-m%C3%BAltiple-aseguran-que-60-de-pacientes-sufre-depresi%C3%B3n-
Mercedes Plans Tena
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